Translate

lunes, 18 de noviembre de 2013

SOYA PARA HOY, HAMBRE PARA MAÑANA (PARTE I)



(Vanesa Herrera, Sonia Gallinotti y Leandro Castaño)

La soya avanza y se extiende más allá de las fronteras tradicionales de la agricultura. El fenómeno de la “soyización” apareja una serie de interrogantes de fácil respuesta y desprende un abanico de consecuencias no del todo beneficiosas para las economías locales y regionales.
La industria biotecnológica asegura que los cultivos transgénicos brindan mejores rendimientos y que insumen menor cantidad de herbicidas. En cambio, el gran aumento productivo de la soya se debe al incremento progresivo de las superficies cultivadas, mediante el corrimiento de las fronteras agrícolas hacia terrenos ajenos a la agricultura. Como los bosques.
El monocultivo soyero se adjudica de manera progresiva un gran porcentaje de las millones de hectáreas destinadas a la producción agropecuaria, y de este modo disminuye por lógica el espacio de otras especies tradicionales como el trigo, maíz, girasol e inclusive de la ganadería.
Existen varias razones para que el crecimiento sea tan abrupto y desmedido, y entre ellas se puede enumerar que el cultivo es el más fácil de producir, que los productores pueden guardar sus propias semillas, que los réditos son elevados y por eso el fenómeno no cesa.
Esta lógica de rentabilidad de alta seducción lleva a un resultado de “soya para hoy, y hambre para mañana”.
Con la fuerte irrupción de la soya, el escenario productivo agroalimentario se polariza y son cada vez menos los que obtienen mayores ganancias, al mismo tiempo que aumenta el número de los que menos ganan.
Una realidad complicada también, es la de la ganadería, que es acorralada en general por la agricultura, y por la soya en particular, porque la soya puede llegar a tener rendimientos aceptables en lugares donde otros cultivos no son rentables, y otorga mayor ganancia que la ganadería en menor tiempo. La soya es casi una mala hierba que crece en todas partes, y requiere de insumos mínimos para rendir a límites extremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario