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viernes, 17 de junio de 2016

DÍA MUNDIAL DE LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACIÓN Y LA SEQUÍA


La Asamblea General de las Naciones Unidas en 1994 declaró el 17 de junio como el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, para fomentar la conciencia pública sobre el tema, así como también la puesta en acción de la Convención de Lucha contra la Desertificación en aquellos países afectados ya sea por graves sequías, por desertificación, o por ambas.

La desertificación y la sequía son una amenaza global cada vez mayor. Actividades humanas como el cultivo y el pastoreo intensivo, la deforestación y mala utilización del regadío, junto con el cambio climático, están convirtiendo los suelos fértiles en tierras improductivas y estériles.

La desertificación es una cuestión mundial, con graves consecuencias para la seguridad de los ecosistemas, la erradicación de la pobreza, la estabilidad socioeconómica y el desarrollo sostenible. Las personas que viven en tierras secas se encuentran muy rezagadas respecto del resto del mundo. Se reduce la superficie cultivable por persona, lo que amenaza la seguridad alimentaria, especialmente en las áreas rurales pobres.

Las personas que viven en zonas de tierras secas tienen que hacer frente a múltiples problemas de pérdidas de ingresos, deterioro de la salud, sistemas de tenencia de la tierra inseguros y derechos de acceso a los recursos naturales, y falta de acceso a los mercados. 

A menudo, las escasas oportunidades de subsistencia los obligan a migrar a zonas no afectadas por la desertificación en busca de una vida mejor.

Según el informe GEO 4, unos 2.000 millones de personas dependen de los ecosistemas en las zonas secas y el 90% de ellas viven en los países en desarrollo. A nivel mundial, más del 30% del total de los suelos es árido, y de éste, el 30% está degradado y es especialmente susceptible a la desertificación. Anualmente se pierden entre 20.000 y 50.000 kilómetros cuadrados de tierras, especialmente debido a la erosión del suelo.

El tema del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía de este año 2016 es “Cooperación inclusiva para lograr neutralizar la degradación de la tierra”.


Comprometámonos nuevamente hoy con los objetivos de la Convención para lograr un desarrollo sostenible para todos, incluyendo las zonas rurales de las tierras áridas donde vive la gente más pobre del mundo.

lunes, 6 de junio de 2016

ENERGÍAS ALTERNATIVAS


Se denomina energía alternativa, o más propiamente fuentes de energía alternativa, a aquellas fuentes de energía planteadas como alternativa a las tradicionales o clásicas.

Cuando hablamos de energías alternativas nos referimos a aquellas que a diferencia de las energías convencionales usan como fuente de generación recursos renovables y poseen una fuente prácticamente inagotable en relación al tiempo de vida del hombre en el planeta. 

Se producen de manera continua, no se agotan, y tienen su origen en los procesos ambientales y atmosféricos naturales: el viento, el sol, los cursos de agua, la descomposición de la materia orgánica, el movimiento de las olas en la superficie del mar y océanos, y el calor interior de la tierra son fuentes de energías alternativas.

La energía alternativa sería equivalente al concepto de energía renovable o energía verde, mientras que las definiciones más amplias consideran energías alternativas a todas las fuentes de energía que no implican la quema de combustibles fósiles (carbón, gas y petróleo). En éstas, además están incluidas la energía nuclear o incluso la hidroeléctrica.

Las energías alternativas se dividen en dos grandes grupos: fuentes de energía renovable (eólica, solar, biomasa, biocombustibles, hidroeléctrica, mareas y olas) y energía nuclear.

La crisis energética contribuye a la difusión de las energías alternativas. Las ventajas en el uso de este tipo de recursos son significativas:
·         Mínimo impacto sobre el medio ambiente.
·         No generan residuos difíciles de tratar, ni gases contaminantes.
·         Utilizan recursos que no se agotan y tecnologías limpias en su producción.
·         Son autóctonas, no hay importación. Hay una disminución de la dependencia energética.
·         Los impactos que producen son pequeños, de fácil minimización.
·         Generan puestos de trabajo en su construcción, mantenimiento y explotación.


La limpia energía verde pulula alrededor de nosotros en el mundo natural, aprovechémosla.

jueves, 2 de junio de 2016

HÁBITOS AMIGABLES CON EL MEDIO AMBIENTE


Ser amigable con el medio ambiente significa tener un estilo de vida que ayude a la Tierra más de lo que la dañas.
·        Ahorra agua en casa: En lugar de dejar el agua corriendo todo el tiempo, llena un fregadero con agua caliente con jabón, luego cierra el grifo y friega los platos. Sumérgelos en un segundo fregadero lleno de agua limpia, luego sécalos y guárdalos. Toma duchas cortas, no baños. Arregla las goteras en tus tuberías. No dejes el agua corriendo cuando te cepillas los dientes.
·   Usa menos químicos: Usa soluciones de limpieza alternativas. Prueba vinagre blanco y bicarbonato para limpiar tu cocina y el baño. Reemplaza champús, acondicionadores y jabones por versiones naturales.
·         Nunca botes desechos peligrosos por el drenaje: No debes botar pintura, aceite para motor, amoniaco y otras soluciones químicas fuertes por el drenaje, ya que se filtrará hacia las aguas subterráneas. Averigua cómo desechar la basura peligrosa.
·         Ahorra electricidad en casa: Aislar tu casa ayuda a alejar el frío más eficientemente. Apaga los aparatos y dispositivos electrónicos cuando no estés usándolos. Debes apagar y desconectar las computadoras, los televisores y más cuando no estés utilizándolos. Usa focos ahorradores.
·       Comienza a depender menos de tu carro: Opta por el transporte público. Comienza a usar el transporte público con más frecuencia. Comparte un vehículo para ir al trabajo o a la escuela con otras personas en lugar de manejar tú solo.
·       Compra productos locales: Come más vegetales y otros alimentos que sean cosechados localmente. Compra en mercados de productores. Trata de cosechar tu propia comida en un terreno en tu jardín trasero o en el patio.
·   Crea menos basura: Compra bienes mínimamente empaquetados. Recicla y reutiliza. Comienza una pila de abono en lugar de tirar tus restos de comida. Cocina en casa en lugar de comprar comida para llevar, que usualmente viene en contenedores de plástico o poliestireno.
·         Planta árboles: Planta árboles nativos que ayudarán al suelo y proveerán sombra. No tales árboles a menos que sea completamente necesario.
·         Deja que tu jardín crezca un poco en forma silvestre: Siembra plantas para atraer a abejas y mariposas. Ten un comedero y un bebedero para pájaros o un estanque de jardín.
·         Respeta las vidas de los animales: Ayuda a difundir la concientización acerca de especies en peligro.

Trata de tener un estilo de vida amigable con el medio ambiente, que no sea solo  cosa de una vez.