En el marco de la protección del
medio ambiente, el Plan de Uso del Suelo (PLUS) debe proponer e
institucionalizar reglas generales de uso que impidan la destrucción de los
recursos, reservando áreas protegidas de la presión de la demanda de los
usuarios (empresarios, forestales, constructores de caminos y de otras
infraestructuras, dotación de tierras y desmontes).
Los estudios detallados para la
valorización de las áreas protegidas, la puesta en valor del potencial
ecológico, la protección y el manejo de dichas áreas no son la tarea del PLUS,
pero sí de las instituciones y ONG’s especializadas y encargadas por Ley o
decisión política de la responsabilidad principal de intervenciones positivas
en dichas áreas.
Esta repartición de las
responsabilidades no cambia con el PLUS. El PLUS propone y fiscaliza las reglas
generales de uso, concentrándose sobre los temas de la prohibición de las
intervenciones no deseables. Los actores del sector de la protección del medio
ambiente siguen llevando la responsabilidad en este conjunto de las acciones
necesarias.
Las principales necesidades de
protección y conservación de la naturaleza han sido consideradas en la
elaboración del PLUS, para evitar posibles daños irreversibles o para limitar
los procesos de degradación.
Generalmente, la función de
protección se entiende como el conjunto de restricciones necesarias para
mantener el buen funcionamiento del ecosistema.
En este concepto, es importante
la protección de ciertos factores que juegan un papel sobresaliente, y
justifican restricciones de uso. Dichas restricciones se establecieron según
varios criterios:
•
Bosque de protección de orillas de ríos (BP-1).
Estas formaciones tienen un alto valor intrínseco, por la riqueza y la
diversidad de la flora, al estar poco intervenidas.
•
En estas áreas, toda forma de aprovechamiento
está prohibida porque la desaparición de la cobertura vegetal actual, o su
degradación, tendría consecuencias negativas, no solo para sus propietarios,
sino también en otras áreas más alejadas. La noción de interés general es
aquí más importante que la libertad individual, la que explica las
restricciones rigurosas.
•
Ejemplos: bosques ribereños: la función de
protección de los bosques, sobre todo en las cuencas altas de los ríos, es
indiscutiblemente importante, no solo para sus propios ocupantes, sino también
para evitar o amortiguar las inundaciones y la erosión, que pueden tener
efectos más negativos, muy lejos, aguas abajo. Los ejemplos de los ríos
Piray y Grande son suficientemente conocidos para documentar la necesidad de
las medidas de protección.
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