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lunes, 12 de diciembre de 2011

FINALIZA LA CUMBRE CLIMÁTICA SIN ALCANZAR OBJETIVOS ESPERADOS



Con más de 1 día de retraso, los 195 países de la reunión acordaron un nuevo periodo del Protocolo de Kyoto. Sin embargo, la falta de consensos importantes y la fragilidad de los compromisos marcaron los últimos debates.
Apremiados por la partida inminente de delegaciones, los últimos debates de la Plenaria en la madrugada del domingo estuvieron signados por la falta de claridad en los procedimientos.
Además, se destacaron las repetidas críticas de los países en desarrollo a los textos puestos a consideración de las delegaciones a última hora.
De este modo, se decidió impulsar un "proceso para desarrollar un protocolo, otro instrumento legal o un acuerdo con fuerza legal bajo la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático aplicable a todas las partes".
Este nuevo mecanismo debería ser adoptado en 2015 como última fecha posible para ser implementado desde 2020.
Por otra parte, se plantea que un segundo periodo del Protocolo de Kyoto debe comenzar en 2013. Sin embargo, no se decidió sin finalizará en 2017 a 2020. El objetivo planteado es que las naciones industrializadas reduzcan sus emisiones "al menos entre 25 y 40 por ciento" para el 2020, en relación a los niveles de 1990.
El punto clave del Protocolo es que obliga legalmente a los países industrializados a reducir sus emisiones de gases estufa.
Según el texto, estas naciones deberían informar el año que viene sobre sus objetivos en la reducción de las emisiones de efecto invernadero.
Sin embargo, Rusia, Canadá y Japón anunciaron que no participarán el próximo periodo del acuerdo. A ellos se suma Estados Unidos, que nunca ratificó el tratado. Este grupo reúne a parte de los principales emisores históricos y actuales de gases contaminantes.
Por último, los documentos plantearon "designar el Fondo Climático Verde como una entidad operativa" bajo la guía de la Conferencia. Sin embargo, el contenido, los recursos y el funcionamiento de este fondo serían definidos en el próximo encuentro el año que viene.

martes, 6 de diciembre de 2011

EL CONOCIMIENTO TRADICIONAL Y EL ACCESO A LOS RECURSOS GENÉTICOS




(FLACSO)
El conocimiento tradicional es un concepto amplio que aglutina el saber, las interacciones culturales, las lenguas, las visiones del mundo y otros aspectos, transmitidos generalmente por vía oral de generación en generación. Hoy en día, en muchos países de América Latina, existe una preocupación social que se manifiesta en la ejecución de proyectos y definición de instrumentos legales para su protección.
La importancia del conocimiento tradicional radica tanto en la identidad cultural que lo genera, como en el conjunto de información que provee en su esfuerzo por alcanzar una mejor y más amplia comprensión de la naturaleza y la sociedad. Se reconoce los esfuerzos de las naciones por proteger los conocimientos tradicionales de sus pueblos. La propuesta consiste en “mirar al pasado y su saber con instrumentos nuevos que nos permitan proteger la autenticidad del conocimiento; la identidad de los titulares de ese saber; la propiedad intelectual de quienes crean el saber; el recurso cultural y natural conexo con el conocimiento tradicional; y, finalmente, compartir el saber ancestral hasta donde los poseedores del conocimiento y las normas nacionales e internacionales lo permitan”.
Es un momento histórico que vive la sociedad y que ha permitido que las voces que reivindican lo originario, lo ancestral y lo tradicional se escuchen cada vez con más fuerza. “El acercamiento a los conocimientos tradicionales ahora es distinto, se debate su validez y su vigencia; la necesidad de que se incluyan en los proyectos de desarrollo, en la ciencia y en las políticas públicas de un país”.
Es indispensable recordar la fuerte relación que existe entre conocimiento y poder, como una razón más para proteger el conocimiento tradicional. “Quienes desarrollaron la ciencia y la tecnología son los creadores de la industria y su dependencia es la que nos somete en la actualidad”.
La protección del conocimiento tradicional es un proceso largo y complejo que constituye un reto para los Estados, pero que es una responsabilidad compartida con todos los actores involucrados. Después de varios años de debates existe finalmente un marco internacional en el Protocolo de Nagoya sobre Acceso a los Recursos Genéticos y Participación Justa y Equitativa en los Beneficios que se deriven de su Utilización, que debe comenzar a implementarse.

jueves, 1 de diciembre de 2011

BOSQUES Y FINANCIAMIENTO EN AGENDA DE BOLIVIA EN DURBAN



(René Orellana)
Bolivia está presente en la XVII conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático con propuestas para reforzar el papel de los bosques en materia ambiental y definiciones en el tema del financiamiento.
El grupo negociador de Bolivia en esta cita de Durban, consideró que es necesaria una nueva mirada a las reservas forestales, tanto por su rol en la absorción de dióxido de carbono, como por otras funciones.
"Hay que ver a los bosques como mitigadores del cambio climático, pero también por su papel en la alimentación, su vinculación al agua, la conservación de la humedad, los bosques son más que carbono".
La propuesta implica que se fortalezca esa dimensión, con funciones interdependientes, incluyendo la de mitigación, que puede implicar un riguroso monitoreo a la capacidad de absorción de los bosques.
En el tema del financiamiento, Bolivia abogará en Durban por fuentes concretas de recursos monetarios.
"El objetivo es que al finalizar la conferencia no nos vayamos de aquí con una bella institución que se llama el Fondo Verde del Clima, pero sin plata. Necesitamos hacer que ese fondo tenga plata".
En sintonía con las naciones de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Bolivia también advierte con gran preocupación que está en juego la vida del Protocolo de Kioto y la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático.
"Lo que se está negociando aquí no es solo el Protocolo de Kioto, sino la Convención Marco, y esto significa que los instrumentos jurídicos, técnicos e institucionales vigentes le resultan incómodos a muchos países desarrollados".
No quieren estar sujetos a una serie de regulaciones técnicas y normativas, por eso "tienen en su perspectiva matar el Protocolo".
La Convención hay que fortalecerla, entre otras cosas, porque en su texto dice que los países desarrollados, dada su responsabilidad histórica en las emisiones de gases, desde la Revolución Industrial, tienen que proveer financiamiento y tecnología a los países en vías de desarrollo.
"Ese es el artículo cuatro, numeral siete, famoso porque se reivindica ya que implica la posibilidad de exigirles que cumplan con eso en los problemas nacionales de tecnología".
Otro acápite importante, es el del principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, y se quiere borrar al ignorar la línea entre países desarrollados y en vías de desarrollo.