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martes, 30 de septiembre de 2014

1º DE OCTUBRE, DÍA DEL ÁRBOL




Suecia fue el primer país del mundo en instituir un día del año como "Día del árbol". Esto ocurrió en 1840, cuando en dicho país se había tomado conciencia de la importancia que tienen los recursos forestales, del cuidado que se debía brindar a los árboles, y la necesidad de introducir a los niños desde temprana edad, en el conocimiento y la práctica de una tarea a largo plazo.
El Día Nacional del Árbol se celebra en Bolivia el 1 de octubre como una iniciativa para despertar la responsabilidad de conservarlos como recurso natural invalorable.
Esta iniciativa surge de instituciones relacionadas a la naturaleza en procura de divulgar la importancia de los árboles para el país.
Bolivia posee casi el 50% de su superficie cubierta por bosques, en su mayoría con características tropicales. Es uno de los pioneros en promover la conservación de los bosques a través de la certificación. Este logro se celebró en grande, de manera que más empresas puedan unirse al manejo sostenible de los bosques como parte de una actitud responsable.
Bienes que brinda el árbol:
    1. Madera
    2. Leña
    3. Agua de beber y para riego
    4. Forraje
    5. Productos no maderables (lianas, bambúes, hojas, etc.)
    6. Fauna silvestre
    7. Alimentos (miel, hongos, frutas, plantas comestibles, carne, etc.)
    8. Medicinas de origen animal y vegetal
    9. Recursos genéticos
Servicios que brinda el árbol:
    1. Eliminan contaminantes atmosféricos, emiten oxígeno
    2. Ciclo de nutrientes
    3. Mantienen una serie de funciones de la cuenca (filtración, purificación, control de flujo, estabilización del suelo)
    4. Mantienen la biodiversidad
    5. Fijan el carbono de la atmósfera
    6. Moderan las rigurosidades e impactos climáticos
    7. Generan suelo
    8. Proporcionan empleo
    9. Suministran hábitat para humanos y para fauna silvestre
    10. Aportan disfrute estético y oportunidades de entretenimiento
    11. Proporcionan sitios sagrados y de valor cultural

jueves, 25 de septiembre de 2014

21 DE SEPTIEMBRE, DÍA INTERNACIONAL CONTRA LOS MONOCULTIVOS DE ÁRBOLES




Hace 10 años en Brasil, el 21 de septiembre fue establecido como el Día Nacional contra los Monocultivos de Árboles, durante una reunión con 250 miembros de las comunidades afectadas por las plantaciones de monocultivo de eucalipto en gran escala en aquel país. El objetivo principal era dar más visibilidad a los muchos pueblos y comunidades que luchan contra los monocultivos de árboles, como una forma de romper el círculo de silencio en torno a las numerosas violaciones enfrentadas por muchas comunidades que viven rodeadas por estos monocultivos.
El día también fue creado para dar a conocer lo más posible las evidencias que emergen de estas luchas de resistencia sobre los impactos ambientales y sociales negativos de estas plantaciones. Estos impactos tienden a ser más graves en la vida de las mujeres de las comunidades afectadas. Debido a la importancia de la decisión de las comunidades brasileñas, el WRM (Movimiento Mundial por los Bosques) decidió en 2006 convertir este día en un Día Internacional de Acción.
El avance de las plantaciones a gran escala de árboles de eucaliptos, pinos, acacias, caucho y la palma aceitera, es en realidad un proceso de profundización de la acumulación de capital impulsada por las empresas -muchas veces transnacionales y cada vez mayores- sobre los territorios. Algunas de estas empresas son Stora Enso, UPM, Arauco, APP / Sinar Mas, APRIL, Bridgestone /Firestone, Wilmar, Olam y Sime Darby. La producción persigue fines industriales y de exportación, y la expansión se ha producido a un ritmo devastador.
Desde 1980, el área de estas plantaciones en el mundo se cuadruplicó, con un crecimiento particularmente de los monocultivos de eucalipto y de palma en el Sur. Si no hubiera sido por la resistencia de las y los campesinos, los pueblos indígenas y otras comunidades en muchos lugares y países, esta expansión habría sido probablemente aún mayor.
No podemos terminar sin hacer un homenaje a las mujeres y los hombres de todo el mundo que luchan diariamente y de diferentes maneras contra los monocultivos de árboles, y que ya han logrado importantes victorias en la defensa y la retoma de sus territorios con toda la biodiversidad que necesitan para su supervivencia física y cultural. Estas mujeres y hombres que hacen arduas y sufridas luchas para generar vida y construir un futuro, contrastan con la codicia de las grandes empresas y los inversionistas que buscan estas mismas tierras para generar beneficios para sus accionistas.

martes, 16 de septiembre de 2014

16 DE SEPTIEMBRE, DÍA INTERNACIONAL DE LA PRESERVACIÓN DE LA CAPA DE OZONO




En 1994, la Asamblea General proclamó el 16 de septiembre Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, para conmemorar el día en que se firmó en Montreal, en 1987, el Protocolo relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono.
Se invitó a todos los Estados a que dedicaran ese Día a la promoción de actividades relacionadas con los objetivos del Protocolo y sus enmiendas. La capa de ozono, que es una capa frágil de gas, protege a la Tierra de la parte nociva de los rayos solares, y por consiguiente, ayuda a preservar la vida en el planeta.
La eliminación de los usos controlados de sustancias que agotan el ozono y las reducciones conexas no solo han ayudado a proteger la capa de ozono para la generación actual y las venideras, sino que también han contribuido enormemente a las iniciativas mundiales dirigidas a hacer frente al cambio climático; asimismo, han protegido la salud humana y los ecosistemas reduciendo la radiación ultravioleta dañina que llega a la Tierra.
El tema de la celebración de este año es «Protección de la capa de ozono: la misión sigue en pie». Hasta el presente el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono ha logrado cumplir algunos de sus objetivos de eliminación de sustancias que agotan el ozono. Gracias a sus actividades, está disminuyendo la abundancia de sustancias que agotan el ozono en la atmósfera y se prevé que la capa de ozono se recupere hacia mediados de este siglo. Sin embargo, siguen existiendo retos para la eliminación de esas sustancias.
Los resultados de estudios científicos recientes ponen de manifiesto la importancia del Protocolo de Montreal. Sin el Protocolo y los acuerdos conexos, los niveles atmosféricos de sustancias que agotan la capa de ozono podrían haber aumentado diez veces para 2050. La acción concertada ha evitado millones de casos de cáncer de la piel.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

REDISEÑAR LO AMBIENTAL




La gobernabilidad ambiental internacional se ha convertido en pocos años en uno de los temas más importantes, pero también más frustrantes, de la agenda global. Las razones son muchas, pero las más importantes son sin duda: 1) la poca importancia que dan al cuidado del medio ambiente la mayor parte de los sectores de actividad económica; y 2) el éxito cuantitativo, la proliferación de acuerdos ambientales multilaterales (AAM).

Respecto de la primera razón, mientras sectores como, entre otros, el agrícola y ganadero (responsables, sobre todo este último, de la pérdida de alrededor del 70% de los bosques originales), o los de comunicaciones y transportes y de energía (edificadores de grandes obras de infraestructura que transforman paisajes enteros y fragmentan ecosistemas), no integren en sus políticas de fomento productivo criterios de regulación ambiental, la gobernabilidad sobre los asuntos del medio ambiente se mantendrá seriamente limitada.
 
Respecto de la proliferación de AAM, ésta se dispara a partir de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano que tuvo lugar en Estocolmo, Suecia, en junio 1972. Más de 300 AAM aparecen de entonces a la fecha.

Los primeros estaban acotados a ciertas áreas o regiones específicas, pues trataban sobre la gestión de ciertos recursos naturales, manejo de algunas especies marinas, procedimientos de aislamiento para cierta flora o fauna, o determinados productos químicos. El primero del que se tiene noticia data de 1868: la Convención para la Navegación en el Río Rhin (signado por Alemania, Bélgica, Francia y Países Bajos), el cual, con algunas enmiendas subsiste hasta hoy. Así, entre 1868 y 1950 se tienen registrados solamente 23 AAM.
 
Actualmente, los AAM suman más de 500, de los cuales alrededor de 320 son regionales y 180 internacionales. Esta proliferación de AAM significa una carga enorme para los países miembros, pues implica obligaciones financieras directas, así como gastos por personal calificado para implementarlos y para negociar su establecimiento y desarrollo. Para acudir a las reuniones (de negociación, de órganos de dirección, de órganos científicos o técnicos, etcétera) de los AAM, por ejemplo, serían necesarios alrededor de 100 viajes al año, lo que significa al menos 250 días/hombre en el exterior, más el tiempo invertido para preparar la participación de la delegación antes de cada reunión, más el tiempo invertido para la implementación de los acuerdos derivados de cada reunión. Historia de locos, pues; misión imposible.

La proliferación, el éxito cuantitativo de lo ambiental durante las últimas tres décadas en la escena internacional, más que un éxito constituye un obstáculo para cumplir con los objetivos de los propios AAM. En este contexto, el tema de la gobernabilidad ambiental está permitiendo abordar el problema reconociendo su complejidad pero asimismo la imperiosa necesidad de un cambio. Es indispensable reordenar el andamiaje construido durante los últimos treinta años; es indispensable “y urgente” encontrar un diseño alternativo al actual sistema internacional de instrumentos ambientales.

La gobernabilidad ambiental es un problema cuya solución requerirá muchos años, seguramente décadas. Esperamos que no tarde mucho porque, como en el caso de Homo Sapiens (que pasó de unas cuantas centenas de miles a miles de millones de individuos en el curso de unos cuantos miles de años), no vaya a ser que muera de éxito.