Un jardín (del francés jardín, huerto),
es una zona del terreno donde se cultivan especies vegetales, con posible
añadidura de otros elementos como fuentes o esculturas, para el
placer de los sentidos. En castellano se llamaba antiguamente huerto
de flor para distinguirlo del huerto donde se cultivan hortalizas. La
adopción de la palabra en francés hizo más fácil la distinción entre uno y otro
vocablo.
Hacer estos huertos sin finalidad económica,
únicamente por goce estético, arrastra una larga tradición, y ya eran famosos
los Jardines colgantes de Babilonia, considerados como una de las maravillas
del mundo antiguo, lo que denota que estos espacios de ocio tienen desde entonces
una larga tradición.
Un jardín puede incorporar tanto materiales naturales
como hechos por el hombre. Los jardines occidentales están casi universalmente
basados en las plantas. Sin embargo, algunos tipos de jardines orientales, como
los jardines Zen, apenas las usan o, no las usan en absoluto.
La jardinería es el arte de crear estos
espacios, y acompaña a la arquitectura, puesto que son un complemento de
los edificios e, incluso, a menudo tienen construcciones en su diseño.
A lo largo de la Historia los jardines han variado no
solamente en sus estilos sino que también en relación a las especies. La
ingeniería genética y el desarrollo de los viverista han aportado gran
diversidad de variedades híbridas adaptadas a requerimientos del diseño.
También la corriente ecológica planifica un jardín teniendo en cuenta las
plantas autóctonas de la región, permitiendo así el buen manejo de la
biodiversidad existente.
Por mucho tiempo los
jardines han estado asociados con la paz, la tranquilidad, la espiritualidad y
el solaz. Calman los sentidos y permiten la introspección, la contemplación y
la meditación. En un jardín nos sentimos más próximos a la naturaleza y por
unos pocos momentos preciosos, conscientes de algo más grande que nosotros. La
mente se despreocupa lentamente de los pensamientos y las presiones de la vida
diaria.Tradicionalmente los jardines han sido construidos para la contemplación o regocijo sereno, pero habitualmente para una persona o una clase de personas. Los reyes, los papas y los ricos han construido jardines para reposo y tranquilidad privados. Los jardines minimalistas japoneses de estilo zen están diseñados para la meditación, los jardines vecinales como refugio de una metrópolis en bullicio y los vastos jardines estatales para la libertad y el escape de la vida de ciudad.
Cada tipo de jardín revela algo acerca de su propietario y cada diseño afecta al visitante de modo diferente.
/span>Por mucho tiempo los jardines han estado asociados con la paz, la tranquilidad, la espiritualidad y el solaz. Calman los sentidos y permiten la introspección, la contemplación y la meditación. En un jardín nos sentimos más próximos a la naturaleza y por unos pocos momentos preciosos, conscientes de algo más grande que nosotros. La mente se despreocupa lentamente de los pensamientos y las presiones de la vida diaria.
Tradicionalmente los jardines han sido construidos para la contemplación o regocijo sereno, pero habitualmente para una persona o una clase de personas. Los reyes, los papas y los ricos han construido jardines para reposo y tranquilidad privados. Los jardines minimalistas japoneses de estilo zen están diseñados para la meditación, los jardines vecinales como refugio de una metrópolis en bullicio y los vastos jardines estatales para la libertad y el escape de la vida de ciudad.
Cada tipo de jardín revela algo acerca de su propietario y cada diseño afecta al visitante de modo diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario