El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha sido foco de noticias en los últimos días con asuntos globales vinculados al medio ambiente. Primero se supo que el jerarca no continuará con un seguimiento específico de las negociaciones internacionales de clima, ante la evidencia de que no es posible un acuerdo global que incluya a todos los países.
Luego el diplomático criticó el modelo consumista mundial imperante y reclamó una revolución económica para superar la crisis ambiental. Y para eso invitó a muchas de las empresas más controvertidas del mundo.
Autoridades de Naciones Unidas citadas por el diario británico The Guardian el 27 de enero informaron que Ban Ki-moon redirigirá sus esfuerzos de promover avances en las negociaciones internacionales de cambio climático en el marco de ONU, a una agenda más amplia de promoción de la energía limpia y el desarrollo sustentable.
Según las fuentes, algunas no reveladas, el máximo representante de ONU llegó a la conclusión de que los líderes del mundo no están preparados para concretar un acuerdo amplio sobre cambio climático, al menos en los próximos años.
Se informa que la XV Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, celebrada en diciembre de 2009 en Copenhague, Dinamarca, marcó a Ban Ki-moon. El representante de ONU le había dedicado muchas energías a esa COP. La conferencia quedó en el peor recuerdo por las negociaciones a escondidas de un grupo de países, liderados por Estados Unidos, que intentaron imponer un acuerdo a los más de 190 estados participantes.
"Es muy evidente que no habrá un único gran acuerdo en ningún punto en el futuro cercano”, dijo el asistente del secretario general de ONU para Coordinación de Políticas y Planeamiento Estratégico, Robert Orr.
Desde Naciones Unidas se aclara que no es que las negociaciones de clima dejen de ser importantes, sino que el secretario general centrará más su atención en la sustentabilidad ambiental como tema de fondo. De todas formas, este giro puede afectar a las naciones en desarrollo que desde hace años presionan para que los estados industrializados se comprometan más en el marco del Protocolo de Kioto, acuerdo global legalmente vinculante de reducción de emisiones contaminantes. Varias naciones ricas buscan desmantelar el Protocolo.
En tanto, el 28 de enero Ban Ki-moon dio un discurso ante el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, que reunió del 26 al 30 de ese mes a unos 30 jefes de Estado y 1400 presidentes de grandes empresas. Allí dijo que el modelo económico actual supone un “pacto suicida global”.
“Necesitamos una revolución”, expresó el jefe de la ONU, citado por la agencia AP. “El cambio climático también nos muestra que el modelo antiguo es más que obsoleto”, agregó. Para el diplomático es necesaria una revolución del libre mercado que permita la sustentabilidad mundial.
Con este objetivo de fondo, Ban Ki-moon lanzó en Davos el Global Compact LEAD, una plataforma que agrupa a más de 50 empresas que afirman ser líderes en la aplicación a sus prácticas de estrictos criterios de sustentabilidad social y ambiental. Las compañías participantes forman parte también del Pacto Mundial de Naciones Unidas, iniciativa voluntaria en la que las empresas se comprometen a alinear sus estrategias y operaciones con diez principios universalmente aceptados en cuatro áreas temáticas: derechos humanos, estándares laborales, medio ambiente y anti-corrupción.
Algunas de las corporaciones que participan del recién lanzado Global Compact LEAD son Nestlé, Coca Cola, Siemens, Shell, Total, Unilever, Endesa y BBVA. Varias de ellas enfrentan graves acusaciones, e inclusive juicios legales, por violaciones a los derechos humanos y contaminación en diversas partes del mundo.
Luego el diplomático criticó el modelo consumista mundial imperante y reclamó una revolución económica para superar la crisis ambiental. Y para eso invitó a muchas de las empresas más controvertidas del mundo.
Autoridades de Naciones Unidas citadas por el diario británico The Guardian el 27 de enero informaron que Ban Ki-moon redirigirá sus esfuerzos de promover avances en las negociaciones internacionales de cambio climático en el marco de ONU, a una agenda más amplia de promoción de la energía limpia y el desarrollo sustentable.
Según las fuentes, algunas no reveladas, el máximo representante de ONU llegó a la conclusión de que los líderes del mundo no están preparados para concretar un acuerdo amplio sobre cambio climático, al menos en los próximos años.
Se informa que la XV Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, celebrada en diciembre de 2009 en Copenhague, Dinamarca, marcó a Ban Ki-moon. El representante de ONU le había dedicado muchas energías a esa COP. La conferencia quedó en el peor recuerdo por las negociaciones a escondidas de un grupo de países, liderados por Estados Unidos, que intentaron imponer un acuerdo a los más de 190 estados participantes.
"Es muy evidente que no habrá un único gran acuerdo en ningún punto en el futuro cercano”, dijo el asistente del secretario general de ONU para Coordinación de Políticas y Planeamiento Estratégico, Robert Orr.
Desde Naciones Unidas se aclara que no es que las negociaciones de clima dejen de ser importantes, sino que el secretario general centrará más su atención en la sustentabilidad ambiental como tema de fondo. De todas formas, este giro puede afectar a las naciones en desarrollo que desde hace años presionan para que los estados industrializados se comprometan más en el marco del Protocolo de Kioto, acuerdo global legalmente vinculante de reducción de emisiones contaminantes. Varias naciones ricas buscan desmantelar el Protocolo.
En tanto, el 28 de enero Ban Ki-moon dio un discurso ante el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, que reunió del 26 al 30 de ese mes a unos 30 jefes de Estado y 1400 presidentes de grandes empresas. Allí dijo que el modelo económico actual supone un “pacto suicida global”.
“Necesitamos una revolución”, expresó el jefe de la ONU, citado por la agencia AP. “El cambio climático también nos muestra que el modelo antiguo es más que obsoleto”, agregó. Para el diplomático es necesaria una revolución del libre mercado que permita la sustentabilidad mundial.
Con este objetivo de fondo, Ban Ki-moon lanzó en Davos el Global Compact LEAD, una plataforma que agrupa a más de 50 empresas que afirman ser líderes en la aplicación a sus prácticas de estrictos criterios de sustentabilidad social y ambiental. Las compañías participantes forman parte también del Pacto Mundial de Naciones Unidas, iniciativa voluntaria en la que las empresas se comprometen a alinear sus estrategias y operaciones con diez principios universalmente aceptados en cuatro áreas temáticas: derechos humanos, estándares laborales, medio ambiente y anti-corrupción.
Algunas de las corporaciones que participan del recién lanzado Global Compact LEAD son Nestlé, Coca Cola, Siemens, Shell, Total, Unilever, Endesa y BBVA. Varias de ellas enfrentan graves acusaciones, e inclusive juicios legales, por violaciones a los derechos humanos y contaminación en diversas partes del mundo.
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