lunes, 12 de noviembre de 2012
COOPERATIVAS AGRÍCOLAS
(FAO, 2012)
La experiencia del cooperativismo en la región ha demostrado que las cooperativas y organizaciones de productores superan de mejor manera las crisis económicas y la volatilidad de los sistemas financieros globales, mitigando los efectos negativos de la inseguridad alimentaria y la pobreza extrema.
En todo el mundo, las cooperativas adquieren una especial relevancia en las comunidades rurales pobres, donde unir fuerzas es fundamental para promover el desarrollo local sostenible. Su éxito ha contribuido a impedir que muchas familias y comunidades caigan en la pobreza.
Podríamos decir que las cooperativas nacen de la necesidad, pero se fortalecen en la prosperidad. Hemos visto que cuando existe una necesidad rural, aparece casi siempre una respuesta cooperativa. Y cuando aparece una cooperativa, el crecimiento le sigue en un entorno de solidaridad.
La FAO considera a las cooperativas y organizaciones de productores como socios clave en el esfuerzo para eliminar el hambre y enfrentar los numerosos desafíos del mundo de hoy. Por ello, se ha comprometido a fomentar el crecimiento de las cooperativas agrícolas mediante el nombramiento de embajadores especiales encargados de difundir su labor y elaborando metodologías y herramientas de formación sobre el desarrollo organizacional y el apoyo a las políticas.
El cooperativismo tiene un fuerte potencial de generación de actividades en un marco de eficiencia en el uso de los recursos, inclusión social y contribución en el logro de la seguridad alimentaria.
Por los valores en que se basa la doctrina cooperativa y los principios en que se funda su gobernanza, las cooperativas son empresas comprometidas con el bien común.
Según la publicación de FAO, en América Latina y el Caribe existen alrededor de 121 mil cooperativas de diferentes ámbitos, 33 mil de estás están relacionadas con el sector rural.
Estos datos ilustran, una vez más, el importante papel que juegan las cooperativas en el mundo, no sólo en la seguridad alimentaria y en la lucha para mitigar el hambre a nivel mundial. En ese sentido, la ACI y la FAO, vienen trabajando colaborativamente con el objetivo de fortalecer el sector agropecuario y forestal, en favor de la seguridad alimentaria, concretamente en el levantamiento de una base de datos de cooperativas del sector del agro de Latinoamérica
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