miércoles, 26 de septiembre de 2012
AGRICULTURA FAMILIAR
(FAO, 2012)
La agricultura familiar puede llegar a representar más del 80% de las explotaciones agrícolas en América Latina y el Caribe, más del 60% del total de la producción alimentaria y de la superficie agropecuaria, y sobre el 70% del empleo agrícola.
Además de su importancia como proveedor de alimentos para las ciudades, generador de empleo agrícola y fuente de ingresos para los más pobres, la agricultura familiar contribuye al desarrollo equilibrado de los territorios y de las comunidades rurales.
Brasil se destaca por ser uno de los países en América Latina y el Caribe que más ha apoyado a la agricultura familiar. Según el Censo Agropecuario 2006, en Brasil existen más de 4 millones de establecimientos dedicados a la producción agrícola familiar, la cual provee entre el 16% y el 87% del consumo de alimentos en el país.
Los establecimientos agrícolas familiares representan el 84% de los explotaciones agrícolas del país, ocupando un área total de 80,25 millones de hectáreas, el 24% del área total destinada a la agricultura. Además, este sector aporta el 38% del valor bruto de la producción agrícola total: 54 millones de reales en 2006.
Así, en el caso de Brasil la agricultura familiar emplea al 74,4% de la mano de obra disponible para la agricultura, dato que revela la importancia de este sector en la creación de empleo. Los establecimientos agrícolas familiares utilizan en promedio 15,3 personas por cada 100 hectáreas, mientras que en los establecimientos agrícolas no familiares emplean a 1,7 personas cada 100 hectáreas.
En Ecuador, el nivel actual de producción de trigo es insuficiente para cubrir su demanda interna. Dicho consumo es abastecido en un 98 % por trigo importado de Canadá, Estados Unidos y Argentina, lo que representa para Ecuador un gasto aproximado de USD 145 millones de dólares.
Para enfrentar este problema, el Gobierno de Ecuador implementó una estrategia para reactivar este cultivo, con 220 productores familiares involucrados directamente y 1 000 pequeños productores, indirectamente, la cual generó mayores rendimientos del cultivo, mejor precio de comercialización y capacidades fortalecidas de comercialización, negociación y organización.
Gracias a esta iniciativa, se ha podido recuperar una actividad tradicional y cultural en la zona triguera, fomentando el cultivo con un enfoque de cadena agro-productiva y de construcción de capacidades y de organización.
El Plan de Agricultura Familiar se compone de 4 pilares fundamentales que se constituyen en 4 programas: seguridad alimentaria y nutricional; encadenamiento productivo; innovación agropecuaria; y el enlace con la industria y el comercio.
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