La gente ha estado pidiendo un nuevo mensaje sobre el cambio climático. En todo el mundo, donde quiera que pregunte, la respuesta se repite una y otra vez
Durante años hemos tratado de vender el cambio climático, pero muchas personas no lo están comprando, porque a pesar de todos los avances tecnológicos que existen para suavizar el impacto del calentamiento global, el asunto ya no es un problema científico, sino de venta. Es por ello, que se necesita un nuevo enfoque que cambie el infierno climático por una visión convincente sobre las emisiones de carbono a la atmósfera.
Es conveniente comunicar una visión positiva de nuevo que fulmine las amenazas que impiden ir a la solución del problema. Las decisiones de un cambio de estructura o paradigma no están en los líderes, sino en las salas de estar, en los supermercados, porque sin cambios en nuestra vida cotidiana, y el entusiasmo por macro-cambio, la lucha contra el cambio climático no tiene oportunidad.
La gente ha estado pidiendo un nuevo mensaje sobre el cambio climático. En todo el mundo, donde quiera que pregunte, la respuesta se repite una y otra vez. Hemos probado mostrando la amenaza del cambio climático a nuestros hijos, nuestros estilos de vida y nuestras vidas. No hace ninguna diferencia. Hemos apelado a la lógica y la ética. Esto no cambia nada. Hemos intentado cambiar los valores. Eso sólo hace que la gente se enoje y con razón. Pero un relato simple de la realidad, con mensajes cortos y directos, y al mismo tiempo con empatía y confianza, hacen del cambio climático algo posible en grupos determinados.
Tan sólo se requiere una frase que pueda describir una imagen mental deseable y descriptivo de un futuro bajo en carbono. Esta imagen captura la imaginación y se nutre de las emociones, la esperanza, un sentido del progreso y la emoción por el mañana.
La visión debe ser lo más local posible, que sea una realidad deseable, colocar todos los objetivos e imaginar juntos lo que el mundo sería al lograrlos y su narración debe establecer las acciones personales específicas para que todos puedan ayudar a dirigir y alejar el peligro del progreso. El lenguaje debe adaptarse al público objetivo, las personas deben tener capacidad de actuar y los mensajes deben ser mantenidos en el tiempo. Imagínese entablar una conversación sobre el cambio climático, con alguien en la calle, alguien en el gobierno, con su familia o con tus amigos. Imagine su entusiasmo por el cambio, y el orgullo de sus propias acciones. Imagine la promoción de grandes cambios políticos y grandes cambios de estilo de vida a un público emocionado de escucharlo. Esa reacción es posible. Creemos que la acción del clima ya no es trabajo de un científico, es ahora el trabajo de un vendedor. Se debe salir y vender las soluciones que ya tenemos.
Durante años hemos tratado de vender el cambio climático, pero muchas personas no lo están comprando, porque a pesar de todos los avances tecnológicos que existen para suavizar el impacto del calentamiento global, el asunto ya no es un problema científico, sino de venta. Es por ello, que se necesita un nuevo enfoque que cambie el infierno climático por una visión convincente sobre las emisiones de carbono a la atmósfera.
Es conveniente comunicar una visión positiva de nuevo que fulmine las amenazas que impiden ir a la solución del problema. Las decisiones de un cambio de estructura o paradigma no están en los líderes, sino en las salas de estar, en los supermercados, porque sin cambios en nuestra vida cotidiana, y el entusiasmo por macro-cambio, la lucha contra el cambio climático no tiene oportunidad.
La gente ha estado pidiendo un nuevo mensaje sobre el cambio climático. En todo el mundo, donde quiera que pregunte, la respuesta se repite una y otra vez. Hemos probado mostrando la amenaza del cambio climático a nuestros hijos, nuestros estilos de vida y nuestras vidas. No hace ninguna diferencia. Hemos apelado a la lógica y la ética. Esto no cambia nada. Hemos intentado cambiar los valores. Eso sólo hace que la gente se enoje y con razón. Pero un relato simple de la realidad, con mensajes cortos y directos, y al mismo tiempo con empatía y confianza, hacen del cambio climático algo posible en grupos determinados.
Tan sólo se requiere una frase que pueda describir una imagen mental deseable y descriptivo de un futuro bajo en carbono. Esta imagen captura la imaginación y se nutre de las emociones, la esperanza, un sentido del progreso y la emoción por el mañana.
La visión debe ser lo más local posible, que sea una realidad deseable, colocar todos los objetivos e imaginar juntos lo que el mundo sería al lograrlos y su narración debe establecer las acciones personales específicas para que todos puedan ayudar a dirigir y alejar el peligro del progreso. El lenguaje debe adaptarse al público objetivo, las personas deben tener capacidad de actuar y los mensajes deben ser mantenidos en el tiempo. Imagínese entablar una conversación sobre el cambio climático, con alguien en la calle, alguien en el gobierno, con su familia o con tus amigos. Imagine su entusiasmo por el cambio, y el orgullo de sus propias acciones. Imagine la promoción de grandes cambios políticos y grandes cambios de estilo de vida a un público emocionado de escucharlo. Esa reacción es posible. Creemos que la acción del clima ya no es trabajo de un científico, es ahora el trabajo de un vendedor. Se debe salir y vender las soluciones que ya tenemos.
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