Bolivia defenderá la postura de los pueblos favorable a la Naturaleza en la 16ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que inicio ayer lunes en Cancún, México.
La delegación de este país suramericano enarbolará los acuerdos de la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático, celebrada en abril en la localidad cochabambina de Tiquipaya, aprobados por delegados de organizaciones sociales de más de 140 países.
Bolivia aspira a que los participantes en la reunión de Cancún lleguen a un consenso acerca de la necesidad de enfriar el planeta en al menos un grado centígrado para estabilizar la temperatura ambiente.
Esta y otras exigencias están dirigidas contra los adalides de la "Economía Verde", quienes tratan de convertir en mercancía a la Naturaleza y emitir bonos para el control de ciertas zonas por parte de algunas empresas, so pretexto de que agua, bosques y otros, se destruyen por falta de dueños.
Ello comprometerá a los gobiernos que acepten la oferta con las transnacionales y les impedirá interferir en la explotación de esos recursos en beneficio de unos pocos y no para las mayorías, como denunciaron antes ecologistas y el propio Morales.
Cancún podía convertirse en una verdadera fiesta entre gobiernos y movimientos sociales populares, de lograrse una concertación de intereses alrededor de la defensa del Medio Ambiente y de la subsistencia de la especie humana.
Pero, si los países industrializados mantienen la postura de la Cumbre de Copenhague-2009, probablemente el encuentro derive en una confrontación con las organizaciones populares del mundo y no sólo de América Latina, pronosticó.
La delegación de este país suramericano enarbolará los acuerdos de la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático, celebrada en abril en la localidad cochabambina de Tiquipaya, aprobados por delegados de organizaciones sociales de más de 140 países.
Bolivia aspira a que los participantes en la reunión de Cancún lleguen a un consenso acerca de la necesidad de enfriar el planeta en al menos un grado centígrado para estabilizar la temperatura ambiente.
Esta y otras exigencias están dirigidas contra los adalides de la "Economía Verde", quienes tratan de convertir en mercancía a la Naturaleza y emitir bonos para el control de ciertas zonas por parte de algunas empresas, so pretexto de que agua, bosques y otros, se destruyen por falta de dueños.
Ello comprometerá a los gobiernos que acepten la oferta con las transnacionales y les impedirá interferir en la explotación de esos recursos en beneficio de unos pocos y no para las mayorías, como denunciaron antes ecologistas y el propio Morales.
Cancún podía convertirse en una verdadera fiesta entre gobiernos y movimientos sociales populares, de lograrse una concertación de intereses alrededor de la defensa del Medio Ambiente y de la subsistencia de la especie humana.
Pero, si los países industrializados mantienen la postura de la Cumbre de Copenhague-2009, probablemente el encuentro derive en una confrontación con las organizaciones populares del mundo y no sólo de América Latina, pronosticó.
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