Mueren más personas a causa de la contaminación ambiental que por accidentes de tráfico
Según los valores límites establecidos, un 35% de la población respiran aire contaminado. Si se toman en cuenta las recomendaciones de la OMS el porcentaje se incrementa la 84% de la población.
Contaminan en la misma proporción los gases emitidos por los tubos de escape del tráfico rodado (32,5 %) y las plantas industriales o productoras de energía (32,4%, porcentaje en el que las centrales térmicas representan el 21,2%).
La inhalación de NOx afecta al tracto respiratorio y a los tramos más profundos de los pulmones, inhibiendo algunas funciones de los mismos.
La contaminación atmosférica es uno de los mayores problemas de salud a nivel local y mundial de la actualidad ya que favorece la aparición o agravamiento de enfermedades respiratorias o asociadas a ellas como las vasculares o los cánceres. Existe un elevado número de personas que mueren prematuramente a causa de la contaminación al aire. Según un estudio de la OMS (organización Mundial de la Salud) de 2006 dos millones de personas mueren cada año a causa de la contaminación del aire y la mitad de estas muertes se produce en los países desarrollados a causa de la contaminación originada por industrias y tráfico. Los datos, pues, alertan sobre la urgencia de reducir la contaminación atmosférica. Este objetivo, es prioritario no sólo en términos de protección del medio ambiente, sino también para la salud de las personas.
Las mayores fuentes de contaminación del aire son el sector del transporte y las centrales térmicas o plantas industriales. Se necesita obligar al sector industrial a implementar las tecnologías disponibles de cuidado medioambiental, como ya han hecho otros países, para reducir las emisiones y proteger la salud de sus ciudadanos convirtiéndose, además, en una industria más limpia y sostenible. Por otra parte, la reducción de la contaminación también pasa por la adopción de medidas como la limitación de la velocidad en la ciudad y alrededores o el incentivo del uso del transporte público. Se ha demostrado, en las ciudades que la han estudiado, que va acompañado de un descenso de las exacerbaciones de enfermedades respiratorias y de la disminución del número de hospitalizaciones.
Los principales contaminantes son las partículas en suspensión, el ozono troposférico y el NOx (término genérico que hace referencia a un grupo de gases muy reactivos como el óxido nítrico –NO- y el dióxido de nitrógeno -NO2-, que contienen nitrógeno y oxígeno en diversas proporciones). Cuando se respira, se respira mucho más que oxígeno, el aire contiene otros elementos que disminuyen la calidad del aire y tiene efectos nocivos en el medioambiente y la salud.
Los principales contribuidores de emisiones industriales son las grandes instalaciones de combustión o centrales eléctricas, responsables de más del 90% de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y óxidos de azufre (SO2). El óxido de nitrógeno (NOx) es uno de los cuatro gases tóxicos que contaminan la atmósfera (dióxido de azufre SO2, óxidos de nitrógeno NOx, compuestos orgánicos volátiles no metálicos COVNM y amoniaco NH3). Contaminan en la misma proporción los gases emitidos por los tubos de escape del tráfico rodado (32,5 %) y las plantas industriales o productoras de energía (32,4%, porcentaje en el que las centrales térmicas representan el 21,2%).
El problema de emisión de óxidos de nitrógeno por parte de la industria no se ha abordado al igual que sí se ha hecho con otros gases tóxicos como el dióxido de azufre (SO2). “Los NOx continúan causando graves problemas como son la lluvia ácida, la formación de smog y del ozono troposférico, problemas ambientales que repercuten en la salud respiratoria de los ciudadanos. La inhalación de NOx afecta al tracto respiratorio y a los tramos más profundos de los pulmones, inhibiendo algunas funciones de los mismos. Además, niños y asmáticos son los más afectados por exposición a concentraciones agudas.
Fuente: SEPAR
Según los valores límites establecidos, un 35% de la población respiran aire contaminado. Si se toman en cuenta las recomendaciones de la OMS el porcentaje se incrementa la 84% de la población.
Contaminan en la misma proporción los gases emitidos por los tubos de escape del tráfico rodado (32,5 %) y las plantas industriales o productoras de energía (32,4%, porcentaje en el que las centrales térmicas representan el 21,2%).
La inhalación de NOx afecta al tracto respiratorio y a los tramos más profundos de los pulmones, inhibiendo algunas funciones de los mismos.
La contaminación atmosférica es uno de los mayores problemas de salud a nivel local y mundial de la actualidad ya que favorece la aparición o agravamiento de enfermedades respiratorias o asociadas a ellas como las vasculares o los cánceres. Existe un elevado número de personas que mueren prematuramente a causa de la contaminación al aire. Según un estudio de la OMS (organización Mundial de la Salud) de 2006 dos millones de personas mueren cada año a causa de la contaminación del aire y la mitad de estas muertes se produce en los países desarrollados a causa de la contaminación originada por industrias y tráfico. Los datos, pues, alertan sobre la urgencia de reducir la contaminación atmosférica. Este objetivo, es prioritario no sólo en términos de protección del medio ambiente, sino también para la salud de las personas.
Las mayores fuentes de contaminación del aire son el sector del transporte y las centrales térmicas o plantas industriales. Se necesita obligar al sector industrial a implementar las tecnologías disponibles de cuidado medioambiental, como ya han hecho otros países, para reducir las emisiones y proteger la salud de sus ciudadanos convirtiéndose, además, en una industria más limpia y sostenible. Por otra parte, la reducción de la contaminación también pasa por la adopción de medidas como la limitación de la velocidad en la ciudad y alrededores o el incentivo del uso del transporte público. Se ha demostrado, en las ciudades que la han estudiado, que va acompañado de un descenso de las exacerbaciones de enfermedades respiratorias y de la disminución del número de hospitalizaciones.
Los principales contaminantes son las partículas en suspensión, el ozono troposférico y el NOx (término genérico que hace referencia a un grupo de gases muy reactivos como el óxido nítrico –NO- y el dióxido de nitrógeno -NO2-, que contienen nitrógeno y oxígeno en diversas proporciones). Cuando se respira, se respira mucho más que oxígeno, el aire contiene otros elementos que disminuyen la calidad del aire y tiene efectos nocivos en el medioambiente y la salud.
Los principales contribuidores de emisiones industriales son las grandes instalaciones de combustión o centrales eléctricas, responsables de más del 90% de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y óxidos de azufre (SO2). El óxido de nitrógeno (NOx) es uno de los cuatro gases tóxicos que contaminan la atmósfera (dióxido de azufre SO2, óxidos de nitrógeno NOx, compuestos orgánicos volátiles no metálicos COVNM y amoniaco NH3). Contaminan en la misma proporción los gases emitidos por los tubos de escape del tráfico rodado (32,5 %) y las plantas industriales o productoras de energía (32,4%, porcentaje en el que las centrales térmicas representan el 21,2%).
El problema de emisión de óxidos de nitrógeno por parte de la industria no se ha abordado al igual que sí se ha hecho con otros gases tóxicos como el dióxido de azufre (SO2). “Los NOx continúan causando graves problemas como son la lluvia ácida, la formación de smog y del ozono troposférico, problemas ambientales que repercuten en la salud respiratoria de los ciudadanos. La inhalación de NOx afecta al tracto respiratorio y a los tramos más profundos de los pulmones, inhibiendo algunas funciones de los mismos. Además, niños y asmáticos son los más afectados por exposición a concentraciones agudas.
Fuente: SEPAR