* La vida no es justa, acostúmbrate a ello.
* Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo,
independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.
* No
ganarás U$S 5000 mensuales justo después de haber salido de la preparatoria y
no serás un vicepresidente hasta que con tu esfuerzo te hayas ganado ambos
logros.
* Si piensas que tu profesor es duro, espera a que
tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la
paciencia requerida.
* Dedicarse a cocinar hamburguesas no te quita
dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban Oportunidad.
* Si metes la pata, no es culpa de tus padres,
así que no lloriquees por tus errores: aprende de ellos.
* Antes de que nacieras, tus padres no eran tan
"aburridos" como son ahora. Ellos empezaron a serio por pagar tus
cuentas, limpiar tu ropa y escucharte hablar acerca de la nueva onda en la que
estabas. Así que, antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes
contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las
cosas de tu propia vida; empezando por tu habitación.
* En la escuela puede haberse eliminado la diferencia
entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas
escuelas ya no se pierden años lectivos y te dan las oportunidades que
necesites para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus
tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la
vida real.
* La vida no se divide en semestres. No tendrás
vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán
en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo
-si lo deseas - en tu tiempo libre.
* La televisión no es la vida diaria. En
la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que sal del café, de la película,
para irse a trabajar.
* Sé amable con los "nerds" (los más
aplicados de tu clase). Hay muchas probabilidades de que termines trabajando
para uno de ellos.